jueves, 23 de febrero de 2017

Ciencia, Tecnología y Desarrollo

Negar que el mundo haya evolucionado en múltiples ámbitos es negar la realidad. Es querer vivir relegados en el pasado y estancados en un presente sin futuro alguno. La evolución, fruto de la vorágine constante, en la cual la sociedad se ve involucrada tiene su origen en el desarrollo de la ciencia y esta, a su vez, en las investigaciones, que a partir de su método se han visto enriquecidas, validadas y ampliamente fundamentadas. Es la ciencia, a partir de los procesos investigativos, la que ha brindado múltiples conocimientos, que finalmente, en muchos casos, se hacen latentes en las herramientas que la tecnología ha puesto a disposición de la humanidad, para que se apropie de ellas y las utilice en pro de la mejora de la calidad de vida de la sociedad.

Colombia, por su parte, no está libre de la influencia de la evolución en materia de ciencia y tecnología, todo lo contrario, se ha visto envuelta en el desarrollo de procesos que generan conocimientos en estas áreas, y sin duda, ha recibido grandes beneficios, los cuales se han manifestado en todos los aspectos de la cotidianidad. A lo largo de la historia del país, desde los entes gubernamentales, desde las entidades públicas, se han venido gestando cambios sustanciales, a partir de políticas que han promovido la puesta en marcha de procesos investigativos, creación e implementación de estrategias en las que la tecnología y la innovación estén presentes, con el objeto de mitigar o dar solución a situaciones que van en detrimento del desarrollo favorable de una sociedad en constante construcción.

Llegar a dichas instancias, a la puesta en marcha de políticas públicas, que favorecen la ciencia, la investigación, la tecnología y la innovación, es la respuesta a un llamado, que poco a poco vino haciéndose percibido, es el fundamento de la existencia de diversos programas que motivan a los ciudadanos de todas las esferas a involucrarse en el tema, a ser parte del cambio que se gesta desde la puesta en marcha de dichas políticas, incluso desde su creación y, posterior, publicación e implementación. Es fundamental que todos los ciudadanos se apropien de aquellas estrategias, que desde lo público, han nacido para el desarrollo de la competitividad y la calidad.

Hay que admitir que los procesos de investigación e innovación actuales existen, están o simplemente se han fortalecido, gracias al apoyo que Colciencias,

como ente gubernamental, como institución de lo público, ha brindado a partir de los diferentes programas que se ha creado desde su origen y a lo largo de su gestión, convirtiéndose en el principal ente de la administración pública que se encarga de la formulación, revisión y ejecución de las políticas que tienen que ver con los ámbitos de su competencia. Fue a Gracias a Colciencias como Departamento se marca un hito en el desarrollo del país, pues no se puede negar que un país en el que la investigación y la innovación son apoyados, se consiguen grandes cambios que redundan en el bienestar de toda la población.



En la actualidad la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación ha establecido estrategias que busquen el fortalecimiento del apoyo a largo plazo, implementar buenas prácticas a lo largo de los procesos que comprenden los ámbitos de dicha política para el alcance de la alta calidad, y finalmente transformar la visión sobre las regiones del país, desde una postura que las acoge como actores de las políticas, desde su concepción hasta su implementación y evaluación, lo que se traduce en desarrollo.
Ahora, si bien es cierto, los cambios en materia de apoyo de la ciencia, tecnología e innovación, han de ser diversos, sustanciales y de gran relevancia para la sociedad actual, también la creación de dichas políticas necesita completamente la participación de toda la ciudadanía, representando a los diferentes sectores de la sociedad, a su vez, hay que aclarar que pocos son los ciudadanos que están conscientes de la existencia de este tipo de políticas e incluso muchos de los cuales conocen de ellas no las tienen en cuenta para llevar a cabo desde su área de desempeño actividades, estrategias y proyectos que propendan por los propósitos que dichas políticas persiguen. Existe una falta de compromiso por parte de la ciudadanía, debido al poco conocimiento que se tiene sobre estas políticas y su influencia en el crecimiento, y desarrollo del país.
Por tanto, es imperativo que la ciudadanía se comprometa con el desarrollo de estas políticas, pero antes hay que crear espacios que brinden el conocimiento a los miembros de la sociedad acerca de la importancia de las mismas, el por qué de su existencia y los beneficios de la misma, todo esto incluso antes de determinar una estrategia de participación ciudadana, que incluya a todos los sectores de la sociedad, para que las políticas que se creen e implemente tengan esa característica incluyente, la cual es prioritaria en una sociedad con múltiples necesidades como lo es la actual.
La existencia de políticas que apoyan la ciencia, la tecnología y la innovación trae consigo muchos cambios, sobre todo en materia educativa, puesto que la educación ha tenido que transformarse para poder dar respuesta a una serie de inquietudes, para dar solución a problemas y para satisfacer necesidades. La educación hoy ha de ser orientada por medio de y para los avances en materia de ciencia y tecnología, porque de no hacerlo de ese modo implicaría quedarse en el pasado, mientras la humanidad da pasos, que dan cabida a la realidad cambiante que se conoce. Es imperativo que los procesos educativos estén acompañados por las tecnologías emergentes, tal como lo plantea Floréz Ochoa (1999). Por tanto, la educación tiene la obligación de ir a la par con los cambios que afectan a la sociedad, haciendo que de este modo la orientación de los procesos educativos en cualquier nivel sean coherentes y vayan acordes con lo que se necesita verdaderamente en esta sociedad que experimenta la globalización, desde la implementación de las nuevas tecnologías.
Las nuevas tecnologías brindan cada vez mayores posibilidades para el acceso a la información, su manipulación y generación de conocimiento. Esto implica desarrollar nuevas estrategias educativas, una nueva didáctica y nuevas teorías pedagógicas y filosóficas. Una escuela donde se desarrolle el pensamiento crítico y creativo implica reconocer, desde la perspectiva del conocimiento, que las prácticas rutinarias y descontextualizadas de los problemas auténticos difícilmente permitirán el desarrollo de la capacidad de reflexión. Se trata de reconocer problemas reales y no de seleccionar problemas inventados, “pedagogizados” que no implican ningún desafío para el estudiante y que se suelen resolver aplicando rutinas (memorización, fórmulas, etc.). No significa que tales prácticas desaparezcan, sino que deben ser complementadas y ampliadas por otras nuevas. Hay que tener esperanzas en la digitalización y lo que esta puede llegar a construir en y para la humanidad, tal como lo plantea Negroponte (1995).
Y se toma la educación como centro de los cambios, pues la mayor parte de las investigaciones e innovaciones que se gestan en el país nacen de las instituciones educativas, sobre todo de las que se dedican a la educación superior, lo cual si es de admirar, también hay que pensar y reflexionar en torno a ello, debido a que los procesos de investigación deben estar presentes en todos los niveles de educación, no solo de la educación superior, es allí donde está la principal preocupación, en la concepción equivoca de la práctica investigativa y de la innovación, ese es otro aspecto en el que hay que poner especial atención, puesto que una ciudadanía mal informada y poco crítica será incapaz de comprender las implicaciones de las políticas públicas.
En conclusión, ámbitos como ciencia, tecnología e innovación, son favorables, y actualmente llevado a Colombia a estadios de desarrollo más altos, pero para mejorar se hace necesario cambiar el modo de concebir la creación estos ámbitos, siendo más incluyentes permitiendo la participación más amplia de la ciudadanía, a la cual, hay que concientizar y hacer ver la importancia de la investigación en el desarrollo del país, y en la mejora de la calidad de vida de la sociedad en general. Así mismo, se debe partir de ajustes en la manera en que desde la educación estos ámbitos son concebidos y aplicados, pues es en el entorno educativo es donde se asientan las bases del desarrollo por y para la sociedad actual, y hay que partir de la ciencia y la tecnología como bases de sostenibilidad.



Referencias Bibliográficas:
Florez Ochoa, Rafael. (1999). Hacia una pedagogía del conocimiento. Santa fe de Bogota: Mcgrawhill.

Negroponte, N. (1995). Ser digital. Editorial Atlántida.
Quintero Cano, C. A. (2010). Enfoque Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS): perspectivas educativas para Colombia. Zona Próxima, (12). Recuperado de: http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/zona/article/view/article/1151

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